Un lugar calido [Rachelle]

Caminamos uno pegado al otro durante todo el trayecto del hospital a mi casa, mas que nada para que Rachelle tubiese algo de calor con el contacto de mi cuerpo. Cuando llegamos a la puerta de mi casa me solté de su cintura, la cual rodeaba con mi brazo y abrí la puerta de casa dandole paso a Rachelle. Entramos e hice una leve mueca mientras cerraba la puerta. -Perdón por el desorden... -dije por lo bajo al recordar que mi casa era un pequeño caos personal, ya que nunca venia alguien que no fuese yo mismo. En el espacioso salon tenia infinidad de libros, en estanterias y por los muebles, sumados a las partituras. A un rincon estaba mi bateria y mi piano, ambos flanqueados por un par de guitarras. -Es... bueno mi sitio calido... -rei levemente y la miré excrutando su reacción mientras iba a la chimenea de delante del sofá y prendia un par de troncos con el tacto de mi mano.

Me abrí paso entre las cosas del salón y sonreí,-Un lugar realmente cálido, mire a mi alrededor y note un poco el descuido que había en la mansión de Ethan, hice una mueca y pensé que luego tendría que poner algo de orden… pero luego de mucho rato. –Amor te molestaría que luego limpiara un poco, le dije blanqueando los ojos y llamándolo con una de mis manos. Cuando estuvo nuevamente cerca de mi lo abrace y lo bese sutilmente –Bueno un poco de orden no vendría mal-le dije entre besos.

Uní mis labios en una linea recta haciendo un esfuerzo por no echarme a reir al ver la mirada de escrutinio que dedicaba al desorden y caos que era mi salón. No pude evitar reir finalmente con su comentario, fui junto a ella y correspondí a su beso rodeandola con mis brazos por la cintura. -No quiero tenerte ordenandome la casa... -dije poniendole morritos y fruncí levemente el ceño. La tomé en brazos llevandola hasta el sofá, besandola por el camino y la acomodé sobre este dedicandole una sonrisa. -Se supone que estas en reposo... -me senté justo detras de ella acomodandola en mi pecho y la rodeé con mis brazos en un calido abrazo mientras echaba un vistazo al fuego de la chimenea.

Me acune en su pecho mientras jugueteaba con el fuego y mi mente ~Amor solo me tomara unos segundos, por favor, le dije mientras hacia un leve puchero en son de convencimiento, estaba tan contenta y por lo visto podía dominar un poco mejor mis habilidades eso me tenía en paz. ~Por favor, le dije mientras besaba su cuello, subiendo por su oído y volví a pedírselo, seguí mi camino hasta sus labios y lo bese lentamente esperando un si como respuesta.

Sonrei alegremente al ver como las llamas jugueteaban en los troncos y esta vez no fui yo el causante, miré a Rach que me hacia pucheritos mientras pedia que la dejase ordenar mi casa. -Rach... no puedes pedirme eso... me sentiria mal por tenerte por ahi recogiendo... -dejé mi gran y elocuente argumento para negarme a sus peticiones cuando comenzó a besarme de aquella manera, aquello me superaba por encima de todo. -Se supone que el manipulador y perverso he de ser yo... no tu... -comenté distraidamente tras su beso, mientras intentaba recomponer mi respiración. -No puedo negarme si me lo pides así... -rei levemente y la besé de nuevo, era oficialmente adicto a sus dulces labios.

~Manipular yo... Me reí mientras o besaba un poco, ~Bueno no te fíes de una chica con cara de ángel, le dije mientras pensaba en como ordenar… me gustaba el orden y la casa de mi amado lo necesitaba con urgencia. Me levante luego de un rato y comencé a ordenar ayudada de mis poderes, pero lindo era por lo menos tener un poco de control sobre ellos. No vez que no me demore nada, le dije mientras me sentaba en sus piernas nuevamente,

Rei ante su comentario y giré sobre mi mismo cuando se alzó del sofa poniendose a ordenar, la miré sonriente al ver que al menos comenazba a manejar sus poderes. -Progresas rapido... -comenté mirandola distraidamente y tomé mi violín cuando lo saco de debajo de un monton de papeles riendo entre dientes. Volvió a sentarse sobre mis piernas una vez satisfecha. -Eres una magnifica organizadora del caos... -rei y la besé divertido. -Te voy a compensar... -tomé el violin comprobando primero su estado, perfecto y me lo puse el hombro poniendome a tocar.

La melodía me hizo sonreír, era bellísima y cargada de tantas sentimientos que simplemente cuando termino me abalance sobre él y lo bese cálidamente era tan especial que no paraba de reírme, ahora comprendía que la felicidad eran los minutos, las efímeras cosas que ayudaban a sopesar el valor y las ganas de vivir. ~Ethan eres maravilloso, te amo…. Le susurre al oído mientras jugaba con un mechón de su cabello. Se respiraba un entorno lleno de armonía y simple amor, me levante de donde estaba y camine mejor dicho parecía bailar en medio del salón, solo quería que todo esto no fuera un sueño.

Su reacción alegre me tomó por sorpresa, correspondí a su beso con calidez, repitiendolo en cuanto nos separamos sufriendo aquella dependencia de sus labios. No acababa de asimilar lo sencillo y perfecto que se me hacia todo a su lado y pensar la de tiempo que habia desperdiciado... -Me sobrevaloras... -Rei entre dientes y la besé de nuevo- No tanto como yo a ti, seguro... -dije con una media sonrisita. No pude evitar echarme a reir alegremente cuando se alzó del sofa con aquella gracia bailoteando por el salón. Dejé el violín sobre una mesita y me esitré del todo en el sofá mientras seguia riendo mirandola absolutamente embelesado. La simple expresión de la felicidad y la calma, aquello conseguia ella en mi. -Eres increible... -dije aun riendo levemente y me recosté de lado mirandola con una sonrisa encandilado por toda ella.

~Yo increible, proque lo dices amor. Estaba completamente feliz por todo lo que nos envolvia y ahora estaba todo en calma y orden el espacio que poseis era mas amplio y podia bailar toda la noche, amaba todo lo que fuera arte. ~Amor sabes que tengo ganas de pintar un retraro tuyo, le dije sonriendo mientras caminaba nuevamente hacia el, le robe un pequeño beso que me dejo completamenete de rodillas y lo mire.

La miré atónito por su pregunta e hice ademanes con las manos señalándola. No sabía ni por dónde empezar, es que no se daba cuenta de lo fantástica que era? El simple echo de sacarme de mi monotona apatía ya era algo extraordinario. -Porque lo eres... eres increible, fascinante, impresionante... y podría quedarme sin adjetivos para describirte... -reí divertido y la besé. Un retrato mio... eso sonaba interesante, aunque no me gustase ser el centro de atención, ser el de Rach no era una molestia. -Todo lo que quieras, yo te lo concederé... -dije divertido sobre sus labios, una promesa un tanto habitual viniendo de demonios pero esta vez era lo mas sincero del mundo.

Sonreí divertido al ver cuanto le agradaba mi promesa. Se me antojaba divertido aquello, era la primera vez que decia aquellas palabras sin un doble sentido esperando robar alguna alma a algún pobre desdichado. -Absolutamente todo lo que quieras... tienes al mundo en tus manos... -dije divertido rodeandola con mis brazos cuando se recostó sobre mi pecho. Mi corazón latia con furia, como de costumbre, pero ahora lo hacía con un entusiasmo ferviente, causa de la simple cercanía de Rach. -Si es lo que quieres, puedo buscarla... -pasé mi mano por su pelo dulcemente. -Pero no has de apresurarte vida... tomalo con calma, ¿eh? -la miré un instante y le dediqué una sonrisa tranquilizadora.