Estirandome (Ethan)

Estaba en una de esas noches en las que no podia dormir por el simple echo de no estar con Rachelle, a quien habia dejado en su casa finalmente tras una larga despedida. Eché a caminar, sabia que dentro de su casa no le ocurriria nada y al dia siguiente ahi estaria a primera hora para llevarla a clases, me habia vuelto un tanto pesado. Solté un pesado suspiro al entrar en las bodegas y me percaté de que no estaba solo, una chica se habia sentado alli con aire despreocupado mientras sacaba un cigarrillo. La miré alzando una ceja mientras guardaba mis manos en los bolsillos. -Hola... -musité torciendo el gesto.

Mi eficaz escudo mental delató a la chica en cuanto estube mas cerca de ella, sus intentos por entrar en mi mente me alertaron de su condición. Dado el lugar donde estabamos supuse que seria mas un demonio que un angel. Sonrei extendiendo mi mano hacia la cajetilla y tomé uno. -Claro, dudo que me mate... -comenté por lo bajo y rei. Me coloqué el cigarro entre los labios y lo encendi con un toque de mi dedo, ahora ardiente, di una larga calada y la miré de reojo. -Gracias... -sonrei de medio lado y extendí mi mano- Me permites devolverte el favor? -pregunté arqueando una ceja, dispuesto a encenderle el suyo.

Sonrei de medio lado, ya tenia confirmada su naturaleza por si antes habia dudado de ello. Di otra calada alzando una ceja ante su presentación y la miré de reojo. -Ethan... -escruté durante unos segundos su rostro pensando en si devia conocerla de algo, la verdad es que mis circulos amistosos eran mas bien escasos, siempre me tachaban de un tanto antisocial. Di otra calada aparentemente distraido mientras pensaba en que haria por aqui, me habia vuelto un tanto paranoico con todo esto de Rach. -Y que te trae por estos lares? -comenté distraidamente y la miré pasandome una mano por el pelo.

Me percaté de que tras mencionar mi nombre me examinó con mas curiosidad, tal vez lo hubiese oido en algun lugar o simplemente mi creciente desconfianza en todo el mundo empezaba a ser obvia. El destino, al menos no la habian mandado aqui como a mi en mision de vigilancia, una que habia invertido de forma devastadora, no queria ni pensar que pasaria si retornaba alli abajo. -A mi? Me mandaron en una misión... Pero creo que desobedecí un tanto mis indicaciones... -rei entre dientes rodando los ojos- Acabo de percatarme de que seguramente no pueda volver a bajar... -comenté mas para mi que para ella dando otra calada mientras cavaba mis ojos en los viandantes de la calle.

Volteé mi vista al instante y la miré con fijeza entrecerrando los ojos. Perfecto, ahora resultaba que las noticias de mi desliz habian llegado allá abajo. ahora si que era seguro que no podría poner mas un pie por aquel sitio. -Supongo que si... Veo que las noticias además de volar, ahora cavan... -di una larga calada sin dejar de mirarla. Supongo que ya andaria en la categoria de traidor al bando, pues me importaba bien poco, tampoco es que hubiese sido siempre un fiel seguidor de la causa, simplemente nací con una condición a la que me tube que acostumbrar.

Rodé los ojos y reí ante su comentario. Justo en el blanco, nunca me había preocupado mucho lo que pensasen de mi o de mis actos así que, porque esconderlos. -Te lo agradecería... -dije dando una corta calada. -No por mi, si no por ella... Saben que donde yo ande andará ella y no quiero que la acechen mas aún... -torcí el gesto haciendo una mueca molesto por todo lo que estaban orquestando contra mi Rachelle. -Pues no se como explicarlo... simplemente en cuanto la vi me encandilé de ella... -sonrei levemente al recordarlo.

Asentí levemente ante su afirmación, la verdad es que no me extrañaba que me tachasen de traidor, menuda había liado. Para ser sinceros me importaba bien poco si traicionaba a mi raza o a quien demonios fuese, nadie iba a tocar a Rachelle. -Mi misión... Básicamente me mandaron a vigilar la zona y avisar o exterminar a los ángeles que rondasen por aquí... todo con fin de que las protegidas estuviesen... bueno desprotegidas... -resoplé y rodé los ojos, y pensar que durante un tiempo había estado cumpliendo con esa misión. -Y más que desprotegerlas les añadí mas protección... -reí ante la idea.

-Mejor dicho ni yo-dije riendo un poco y lo mire- ahora tu las proteges, y no te importa lo demas...-resople un poco dando otra calada mirando al frente-la verdad no puedo entenderlo mucho porque para mi el amor es algo muy efimero y la venganza que ellos planean tener,,ya sabes alla abajo....es bastante grande-dije mirandolo sincera,entendia algo de lo que pasaba pues hace mucho yo habia tenido alguien porquien hubiera dado todo pero al perderlo la idea tambien lo hizo-..ella ..Rachelle..te ama?

No pude evitar hacer una mueca cuando mencionó lo de la venganza, ya había pensado en eso, obviamente no me iban a dejar irme de rositas. Di una larga calada echando atrás la cabeza observando el techo. -Lo que Rach me da... lo que tenemos... vale mi vida y más que eso... no me preocupa que tomen represalias contra mi, es mas... lo veo normal... -rei levemente y negué con la cabeza un par de veces. La miré y sonreí al recordar a Rachelle. -Eso dice, y eso quiero creer... -bromeé divertido y suspiré. -No lo merezco, pero aun así me ama... -me encogí levemente de hombros.

La miré durante un breve instante, parecía que estaba sumida en sus pensamientos y sus palabras me sonaron realmente sinceras y muy sentidas para alguien quien daba a entender que jamás se había enamorado. -He vivido demasiado tiempo cumpliendo unas ordenes que no debí... por eso no me la merezco, pero igual me ama y jamás podría renegar a eso... -sonreí a medias y suspiré. -Permiteme el atrevimiento pero hablas como alguien quien ha sufrido en estos temas... -comenté sentándome a su lado.

La escuché atento y fruncí ligeramente el ceño, la verdad es que no tenía idea de que sería de mi si perdiese a Rachelle, no sería capaz de seguir adelante, seguramente cometería alguna locura contra quien la apartase de mi lado. -Siento que le perdieses, la verdad creo que yo no lograría vivir si perdiese a Rach... -musité torciendo el gesto y la miré ladeando levemente la cabeza.

Durante un instante pensé en el montón de humanos con los que cerré un trato similar, podría haber sido yo incluso quien condenó su alma. Fruncí el ceño ante ese pensamiento y suspiré. -Al parecer no... -comenté refiriendome a nuestros parecidos. Me pasé una mano por el pelo y resoplé. -Y pensar que hay criaturas que eligen esta vida... -murmuré y rodé los ojos. Sería por haber nacido así, pero aborrecia de verdad a aquellos que solo buscaban el poder de ser demonio, unos imbeciles todos.

Por lo visto compartíamos por completo la opinión respecto a los dichosos y ambiciosos humanos que solo ansiaban el poder y mas poder, muchos demonios eran simplemente eso, gente vacía por dentro que nunca tenía suficiente. -Sinceramente no creo que merezca la pena... solo pensar en la cantidad de almas que me he cobrado con la simple promesa de otorgar cuando se desee... -rodé los ojos y fruncí levemente el ceño. -Pura avaricia... -concluí y alcé una mano. Reí irónico y solté un pesado suspiro ante su pregunta. -Así es... -asentí levemente con la cabeza.